Es una planta de sombra a semisombra que puede tenerse en interiores para emular su hábitat selvático de donde es originaria. Dado que la M. obliqua tiene una gran cantidad de orificios, su demanda de luz es menor que en otras especies de Monstera, y hay que tener cuidado de no colocarla bajo el sol completo porque se quemaría fácilmente.
Es importante cuidarla mucho del frío en invierno.